2.24.2006

¡Que bueno que no fui médico!

Y valla que si comprendí porque…

El día comenzó divinamente; me levante temprano lave, vi. en TV la magnifica gala de patinaje artístico y me cautivo Plushenko flotando en el hielo al compás de un interprete de violín que maravillo con las notas de su stradivarius. Después visita a la abuela, hacer el cambio de la diálisis. Y un divino rato alimentando a Lupita, mi prima de dos meses de nacida que maravilla a todos con sus balbuceos y monadas. En eso estaba cuando un ruido metálico y seco me hizo salir al patio para convertirme en la malvada prima mayor que reprende a todos por jugar con fragmentos de un riel de tren a “las pesas”; ¡Qué no piensas que se pueden partir la cabeza, tengan mas cuidado! Eso fue lo que les dije después de deshacerme del artefacto amenazante, los cinco chiquillos se fuero a entretenerse con algo más, yo volví al cuarto con la abuela, la novia (que esta bien embarazada), la mama de Lupe y mi madre. No bien me había inmiscuido en la plática cuando mi hermano entra diciendo a gritos;

-¡¡ Isrrael se pego en la cabeza y le sale sangre!!

Me levante con la calma del mundo, pues los niños suelen exagerar. En el patio encontré a un niño de ocho años con la mano en la frente y la cara bañada en sangre, al igual que la camisa blanca del uniforme escolar. Les dije a los demás niños que se callarán pues asustarían más al herido. La fuente de la sangre era una abertura en la frente de más o menos cinco centímetros y de profundidad considerable. Lo senté en algún lugar, pedí agua hervida y le limpie la cara y los alrededores de la herida con una gasa, después la sangre cesó y pude cubrir con una gasa la zona, mientras mi hermana iba en busca de un médico. No dimos con un médico cercano y como la madre del niño tampoco estaba, me fui en compañía de la mamá de Lupe al centro medico mas cercano donde nos atendió una doctora divina a la que ayude en los pormenores de la curación; lo usual (que yo nunca ates había presenciado) lavar, desinfectar y cocer. Pude ver la carne viva del niño y la profunda herida aquella. La doctora anestesió y dio el primer punto entre un enredo de hilo y una pequeña aguja curva, el niño estaba calmado y yo me recargué en la puerta, el siguiente punto y mi tía dijo:

-Me tiemblan los pies

-Tía no veas, mira mejor voltea hacia otro lado

El tercer punto y al parecer casi terminábamos. Un punto más y el niño comenzó a quejarse. La doctora tiró del hilo para asegurar el punto y un poco de sangre comenzó a brotar de nuevo, yo pensé que ser médico no era tan difícil. Un tirón más para cortar el hilo, más sangre y el llanto de mi primo. Cerré los ojos pues de verdad era lastimoso el llanto y adivine que eso debía doler. Entonces un mareo recorrió mi cabeza y me lleve una mano ala frente mientras me sostenía de la puerta, el mareo era extraño, como si estuviera flotando.

Lo siguiente que recuerdo es a un joven diciéndome

-Se siente bien señora (ja señora!!)

¿Bien?, o sea ¿Cómo que bien? Entonces me di cuenta que estaba yo tendida en el suelo, mi tía me veía aterrada y el hombre me sostenía la cabeza.

¡Me desmaye! Solo atine a reírme y a disculparme con mi tía por el susto que acababa de regalarle. Para ese momento el niño ya tenia la cabeza vendada y ocho puntos cerraron su herida. Yo me quede tendida en el piso por cinco minutos más hasta que me dejaron levantarme. Me preguntaron mil veces si estaba bien; yo solo estaba muy apenada y con unas tremendas ganas de reírme.

Mi primo ya esta en casa y dentro de poco tendrá una perfecta cicatriz que presumir. Yo solo espero que con tanto susto la mamá de Lupe no se quede sin leche para amamantar a la pequeña. Valiente acompañante resulte. Ahora puedo ver el porque no fui médico.

2.23.2006

Como dice Delgadillo

A veces las eternidades se resumen en una tarde que nunca volverá o quizás jamás se repita, en un beso maravilloso que nos acompañara por siempre aunque solo hallamos tenido uno, en una caricia que quemara la piel por años ya avivara el recuerdo, en una mirada…

A veces, a veces la eternidad se resume en una tarde, en un beso, en una caricia, en una mirada… en fin; en un instante.

Ay eternidades que no vuelven, por más que se extrañen y otras mas duran para siempre aunque se hallan ido.

Soy vecino de este mundo por un rato
Y hoy coincide que también t estas aquí
Coincidencias tan extrañas de la vida
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir

Si navego con la mente en los espacios
O si quiero a mis ancestros retornar
Agobiado me detengo y no imagino
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir

Si en la noche me entretengo en las estrellas
Y capturo la que empieza a florecer
La sostengo entre las manos más me alarma
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir

Si la vida se sostiene por instantes
Y un instante es el momentos de existir
Si tu vida es otro instante.. no comprendo
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio y coincidir

2.20.2006

Perdón y Gracias.

Es verdad que en el momento de decir adiós yo misma he pronunciado esa frase un par de veces, es solo que hoy por la mañana la escuche en el noticiero; estaba escrita en una servilleta de papel dejada en el buró de un cuarto de hotel en el centro de la capital. El empleado que encontró la nota entro a la habitación porque el incesante llanto de un bebe despertó su curiosidad, efectivamente: en la cama estaba una recién nacida sola. El hotel fue registrado pero de la madre nada se supo, salvo una nota rápida escrita sobre una servilleta y un par de tarjetas de presentación, en tres líneas dijo que para ayudar ala pequeña deberían llamar a esos teléfonos y firmaba con un simple “Perdón y gracias”. Me pregunto si la gratitud y el perdón le alcanzaran a esa mujer para seguir viviendo sin la pequeña, o si a la criatura el perdón y las gracias le servirán para entender que fue abandonada a unas pocas horas de nacida por… quién saber por que, lo que si es seguro es que la niña no es culpable y su vida ya esta destinada. Ahora será una mas de las estadísticas en las casas de cuna de la ciudad. Ella no tendrá la oportunidad de ser adoptada pues antes de eso deberán descartar toda posibilidad de algún pariente lejano que se haga cargo de ella, y en ese proceso las autoridades pueden tardarse años. Para cuando al fin sea reconocida como candidata a adopción, ya no va a ser una bebita y las parejas prefieran adoptar bebes.

Lo más grave es que la niña del hotel no es la única, con ella suman ya cuatro infantes abandonados en lo que va del año. Lo cierto es que ella tuvo suerte, pues los otros bebes fueron rescatados de la basura, de una caja a mitad de la calle y uno mas de una bolsa negra abandonada a las orillas de un río.

No sé, entiendo que sus padres puedan tener conflictos enormes, pero no entiendo por que deshacerse de un hijo tal cual si fuera un paquete que se olvida o se deja. Seguramente muchas personas vieron la nota en el noticiero de la mañana y, como yo, sintieron pena por la niña, quizás un poco de tristeza y nada más. Nada más. Por que nuestras vidas continúan y a nadie le interesa que la inhumanidad sea parte de nuestra vida cotidiana, porque estamos demasiado ocupados en nuestras vidas. Ocultamos la pena y expiamos nuestra impotencia en una nota escrita al aire para agradecer que no fuimos uno de esos niños y para disculparnos por nuestra pasiva actitud. Quizás esa nota escrita al aire diga algo así como “Perdón y gracias”

2.17.2006

Extraña tarde

Una tarde de febrero clásica; mucho viento, unas cuantas hojas secas volando, personas apresuradas rumbo a sus hogares, enamorados deambulando. Yo caminaba peleando con mi pelo recién lavado que se empeñaba en parecer melena de león, a paso rápido mirando la alameda y las personas, en mis oídos sonando “Just my imagination” y una sonrisa asomo a mis labios al pensar en lo irónica de la situación; Allí estaba yo, toda una programadora analista saliendo de una entrevista de empleo, esperando ser encargada de inventario en una de tantas tiendas de telas en la ciudad, seguramente no me darán en el empleo, la respuesta fue un –Nosotros le llamamos. Ya perdí la cuenta de cuantas llamadas estoy esperando, pero esta, esta es la última.

Tal vez mi destino es trabajar en una fábrica y tener muchos hijos. Eso pensaba cuando, mezclado con un “It’s the animal, the animal, The animal instinct in me”, pude escuchar un grito que me hizo voltear y una cara conocida que aun me atemoriza me saludaba desde un chevy cualquiera, fingí no escuchar y camine mas aprisa aun, tratando de llenarme la cabeza de mejores cosas, recordé que mi pelo debería verse horrendo a la merced del viento, entonces me di cuenta de la belleza de la tarde y de lo mucho que adoro caminar sola en tardes como esa, desee una cámara para retratar a los árboles dejándose llevar y a la personas tratando de escapar de la inclemencia de un día mas de febrero, desee una pluma y un lápiz , y me maldije por no darme permiso de fumar mientras caminaba por las solitarias calles dejando a mi pelo ser feliz y a mi vida pasar.. Ya estoy harta de preocuparme por no tener un empleo y por que nada bueno pasa con mi vida, quiero un descanso, esa fue la última entrevista, el lunes buscara un cómodo empleo de obrera. Debo admitir que ese pensamiento me entristeció por un instante, pero un tipo que pasaba a mi lado me arranco una sonrisa al decir “Que guapa, ¿me regalas el lunar?”. Cuan irónica es la vida
Tal vez, solo tal vez, no sea malo dejarse llevar un rato; cuando uno no sabe a donde ir, lo mejor es detenerse y meditar un poco sobre el camino. Eso are, me detendré un poco. Ya no se sí solo necesito una limpia y una gran bendición o si la vida trata de decirme algo, no si equivoque el camino o si no estoy andando. Por eso esa fue la última. Tome mi lugar en el autobús y me dedique a observar la belleza de una tarde mas de febrero.

2.16.2006

Contra san valentin


Dice el odioso Ace Ventura (en una mejor película) que el día de san Valentín fue inventado por los vendedores de tarjetas, para hacernos sentir sumamente infelices..
Yo creo que lleva un poco de razón. No me gusta el día de san Valentín, creo como muchos que es un día más, inflado por la mercadotecnia que incita a inundar las calles en busca de un tienda que nos ofrezca el regalo ideal para quienes amamos; ropa, chocolates, flores, bisutería, tarjetas con corazones….. No me gusta, hay algo mas allá que me hace resistirme a la corriente de corazones enamorados y caras embobadas por la felicidad de un día momentáneo disfrazado de pretexto para decir te quiero.
¿Qué fue de mi día de san Valentín? Uno mas como todos, nada de regalos ni felicitaciones, no vi a ninguno de mis amigos y mi novio se vio obligado a dejar pasar el día. No me gusta, lo siento como de fantasía, como si el derroche de abrazos, regalos y un poco e amor fuese obligado.
No negare qué recibir flores puede alegrar a cualquiera, pero yo las prefiero solo por que si, escapando de los asientos de atrás u ocultando una cara sonriente, llegando solo por que si para decir te quiero por espontaneidad y convicción, no por tradición. Prefiero un te amo bajo la lluvia en una tarde de octubre, los chocolates en un beso y los días especiales a las orillas de un rió, con la complicidad de las largas charlas y la noche que cae.

Este 14 de febrero dejó en mi mail dos cadenas deseando felicidades, una de alguien que no recuerdo y otra fuera de lo común, de alguien poco común que me arranco una sonrisa, así que haciéndole honor a la verdad de sus palabras, yo como él, no creo en días supuestamente especiales, creo en personas especiales… no creo en regalos especiales, creo en los momentos que las personas especiales vuelven únicos. Probablemente en unos años no recuerde el sabor de los chocolates, el color de las flores o el tamaño de los corazones, pero siempre, siempre recordare esos días corrientes que las personas especiales volvieron únicos.













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2.15.2006

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Al fin, al fin ahora, con 13 días de retrazo levante la navidad. Buscar en el rincón y desempolvar las cajas para meter en ellas la más linda de las épocas del año. Envolver a María, José, el buey, la mula y su séquito de acompañantes en periódico impreso con las noticias que todo un año dejo, la María se llevo el titular de la muerte del papá y san José se cubrió con las noticias del nuevo pontífice, la mula este año vivirá entre la devastación que los huracanes dejaron a su paso, el buey sabrá de las guerras que la maldad humana sembró en su historia, la pastora que perdió la cabeza se entero que el final del 2005 auguro elecciones para el año venidero. Y entre las cajas y el periódico guarde la melancolía de las noches que llore por no encontrar el valor para retener el amor a mi lado, la soledad del final de un camino que no me llevo a donde esperaba y de otro que no estoy segura de querer andar, aun cuando mis pasos ya lo recorren.
Mientras despojaba al árbol de las luces blancas con que se vistió un suspiro me saco de mis propias ideas, era mi madre, al preguntarle que pasaba ella dijo –Que navidad nos pasamos ¿no? Y tenia razón, no fue una buena navidad para nosotros. Yo recibí la noticia la tarde del 24 mientras trataba de no llorar y conservar la cabeza fría., mi abuela estaba muy grave en el hospital. El año nuevo pinto peor pues supe lo horrible que es llorar a solas en las escaleras de un hospital. Mi madre tiene razón, no fue precisamente una buena navidad. Pensándolo bien, es la mas triste de las navidades que halla pasado, tampoco fue un buen año, pero tal vez, cuando en unos meses la casa se vuelva a vestir de verde, rojo y dorado las cosas estén mejor que ahora, quizás el próximo año levante la Navidad a tiempo y con mejores recuerdos.

Desde las orillas de mis… 20 años

A unos pocos meses de cumplir 20 años, de nuevo, me resulta difícil librarme de un dejo de melancolía que me obliga a mirar atrás y pensar en lo diferente que es de cómo lo planee, se que los planes pocas veces resultan tal como uno lo predice, pero resulta triste darte cuenta de cuanto pueden variar las cosas cuando tus ideas de niña deben confrontarse con la realidad del día a día, cuando la vida de cuento y fantasía que planeaste para ti se contrapone con lo que los años dejan a tu paso, con lo que decidiste meter en la bolsa de la memoria y en libro de tu propia vida, de mi propia vida.
Si hace diez años me hubiesen dicho que al final de las dos primeras décadas de mi existencia me sentiría perdida y en una caída vertiginosa que parece no tener fin, seguramente elegiría otro camino, uno que ofreciera más riesgos, ya que el camino aparentemente sencillo que tome, me ha llevado a ninguna parte. Es difícil darme cuenta a mis 20 años que la vida es aun mas difícil de lo que predije a los 10, que si en ese entonces deseé volver a ser la infante sin mas problema que ser feliz, ahora, ahora de verdad desearía tener la mente libre de las verdades del mundo, de las verdades de las personas. En 20 años aprendí que al final siempre estamos solos, que no podemos cambiar las circunstancias, que vivir las decisiones es mucho mas difícil que tomarlas, que el camino se ve mas empinado cuando comienzas a andar, que las personas se van o la vida te las arrebata, que la sinceridad es una virtud perdida y oculta, que no puedes retener a quienes amas y a veces es necesario decir adiós y continuar el viaje aun cuando creas que no puedes dar un paso mas, que el amor esta limitado por el tiempo y las distancias, que la muerte es capaz de romper el amor mas sólido, que una vez que dejas entrar a alguien en tu corazón nunca se va, aunque debas dejarlo marcharse..
En fin, que la vida, la vida es mas difícil de lo que antaño parecía.
Me resulta triste mirarme ahora con un titulo de mentiras que no me hace feliz ni me aligera la vida, con compañeros de viaje que aunque ausentes me hacen llevadera la jornada, y otros mas que aunque presentes me llenan de soledad.
Ojala pudiese volver años atrás, mirar a los ojos a esa niña solitaria y decirle “no dejes que nadie, nadie te haga dudar de tus sueños, no tomes atajos y sonríe más”. Es más difícil corregir el camino andado que comenzar de nuevo y mas sencillos tomar decisiones antes de comenzar el camino que parada a mitad de este.
Ahora, a ratos siento que estoy cansada y no deseo nada mas que cerrar los ojos y dejar mi mente en blanco, después creo que lo puedo todo y que aun estoy a tiempo de alcanzar los sueños que extravié en alguna de tantas vuelta de cualquier dia, que con paciencia las cosas tomaran su rumbo y yo podré continuar el camino, que después de las tempestades siempre se impone la calma y que soy capaz de andar el sendero que deseé… pero no sé. Sé que debería luchar, pero no entiendo contra quién o qué, que debería vivir, pero no encuentro el motivo. Y me pregunto si tal vez no exista nada más que el mero placer de disfrutar de lo que hay en la maleta y lo que podría meter.
Una veintena de años me bastaron para convertirme en una persona demasiado analítica y practica pero complicada como ninguna e indescifrable como la vida misma, llena de miedos y manías, que habla sin el menor miedo con cualquier persona y de cualquier cosa que no sea ella misma, capaz de diagnosticar males de amor y su respectiva cura, de animar al mas deprimido para continuar adelante pase lo que pasa, pero incapaz de levantarse a si misma de la soledad y la tristeza. Una mujer solitaria y parlanchina, que lleva la contraria y razona cualquier cosa, pero se pierde en la vida como una aguja en el mismo pajar de siempre, que sabe que conocer las reglas de este juego equivale a perder, pero aun si las desafía…. En fin, una tipa como todas aunque no quiera reconocerlo.

2.05.2006

No te des por vencido

¡Più Avanti!

No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo,
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...

¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!



PEDRO BONIFACIO PALACIOS