6.16.2009

Olvidos garrafales

He olvidado miles de cosas en mi vida, muchas las perdí y nunca jamás las volví a ver, estoy segura que si tengo un hijo, algún día lo voy a olvidar en el carro del súper. Olvido la bolsa en el consultorio, en las salas de espera y en el cine, registrar salida al irme del trabajo, alimentar a los peces por las mañanas, lavarme los dientes después de comer (aveces), cerrar la puerta y volver a ponerme los zapatos antes de cerrar el coche, pero de verdad, de verdad ruego al cielo no llegar al extremo de este hombre;

Guillermo Maldonado olvidó llevar a su hijo a la guardería y lo dejó en su carro encerrado y expuesto a los más de 31 grados centígrados que se registraron ayer.

Alberto de la Rosa Vizcaíno, director de Protección Civil, comentó que la temperatura al interior de un auto expuesto al sol puede alcanzar los 40 ó 45 grados centígrados, por lo que Santiago murió de asfixia o deshidratación.

Ayer, al final de su jornada de trabajo, Guillermo fue a recoger a su hijo en la guardería en el Instituto Faro, que se encuentra en el bulevar Isidro López Zertuche, a 300 metros de su oficina.
Ahí lo recibió Eliseo Ruiz, maestro de la institución, quien sorprendido preguntó a las institutrices si Santiago había estado esa mañana en el plantel, al responderle que no, Héctor Guillermo recordó: “¡Ah!, lo traigo en el carro, se me olvidó dejarlo”.
Dijo que su pequeño se encontraba en la parte trasera del Ford Five Hundred, de su propiedad, por lo que corrió a ver a su niño, quien yacía inerte en el portabebé del carro.

Tras un reporte, arribó la unidad 794 de Bomberos de la Estación Norte, sólo para constatar que el pequeño ya presentaba rigidez en su cuerpo, pues tenía horas de fallecido al no tener oxígeno.
El paramédico Luis Manuel Carrizosa López no daba crédito, repitió: “¡Se te olvida pagar el recibo del agua… la luz! ¿Pero tu hijo? ¡Tu hijo, ¿cómo se te puede olvidar?”.

El olvido

El padre del pequeño no se explica cómo sucedió el olvido de su hijo. Salió de su casa a las 7:30 horas, como cualquier día, para dejar a su pequeño en la guardería, pues se encuentra cerca de su trabajo, pero no recordó que lo traía en la parte trasera del coche.

Al lugar de los hechos llegaron familiares que estaban desconsolados por la tragedia, sin poder articular palabra, pues no sabían cómo explicar lo que sucedió.

Fuente y Nota complea



Pero eso no es lo mas malo del caso, buscando en google encontré al menos cinco casos diferentes entre el año pasado y lo que va de este; Papas que olvidan a sus hijos dentro del coche, ¿el estress? ¿Simple descuido? ¿El niño estaba dormido? Y lo que me parece peor aún, ¿Nadie se percato que dentro había un infante?
¿Qué nos pasa que cada vez le ponemos menos atención a los niños?

4.23.2009

Cumpleaños

Si, ya lo sé, este lugar está lleno de telarañas...

Pero en fin, el lunes cumplo 24 años. Soy un año menos joven. Y si, como predije - a mis 15,en una iglesia lúgubre - aun antes de los 25 tengo casa, carrera y compañía. Aunque más o menos a medias cada una de las cosas, la casa es pequeña, la carrera corta y la compañía llega tarde del trabajo. Me falta el hijo, el viaje a Europa y las medidas de modelo, pero aun me queda todo un año para eso. Pero qué le vamos a hacer, uno no puede tenerlo todo en esta vida, como dice mi madre.
Lo malo de esto, es que la vida me ha tenido de enfermedad en enfermedad, estoy pensando seriamente ir a catemaco en busca de un brujo de cabecera para limpias metódicas. He estado en hospitales y consultorios muchas más veces que los otros 21 años juntos. Pase desde una rodilla de elefante hasta la varicela a mis condenados 23, y ahora una lesión del mal que obliga a mi medico a una biopsia y posiblemente a una “operación ambulatoria”. Todo preocupaciones y mala vibra. No soy precisamente un ejemplo de optimismo, así que prácticamente ya elegí el color de mi ataúd, o la marca de mi lata de chocolate, como dice un amigo. No me gustan para nada estas etapas de la vida que pintan todo gris. Quizá sea que como no me gustan los puntos medios, inicito en ponerlo todo negro.
En fin, que al aparecer llegare a casi el cuarto de siglo entendiendo perfectamente que la Salud no tiene precios, pero las enfermedades son muy caras.