5.01.2006

¿amargura o falta de cerebro?

Dicen que el sentido del humor es un ingrediente indispensable de la felicidad. Honestamente jamás me detuve a pensar en la confiabilidad de la frase y mucho menos en los por menores de su afirmación. Lo que si creo es que el sentido del humor es tan subjetivo como el gusto artístico, sin embargo aún dentro de esta subjetividad hay cosas bien definidas por regla general o por simple costumbre; si bien es cierto que el gusto por las piezas de arte varia en tanto en cuanto el gusto de cada individuo, también lo es que un Van Gogh o La Gioconda siempre serán piezas clásicas y tener una de ellas en nuestra sala (obvio que una imitación) hablara de “buen gusto”, pero ¿Qué pasa con el sentido del humor? ¿Es aplicable la misma metáfora del arte? Es decir: hay cosas que por regla general son graciosas y otras que, aunque graciosas para algunos, son vulgares...

¿a que viene todo es? Sencillo: a una más de esas estúpidas películas americanas “Scary movie 4”. Como a veces en las relaciones se debe ceder y yo quería abrirme a nuevas posibilidades, el sábado por la tarde, después de una hora de espera, pude acomodarme felizmente en la butaca de una sala de cine ( atestada) para ver la ya citada película. Pues bien, he de admitir que la primera escena fue bastante graciosa; una extraña parodia de juego macabro y cierto jugador de básquetbol me reí y de verdad pensé que la cosa no podía ser tan mala, de modo que me dispuse a relajarme y reírme un rato, pero no me fue posible. Escena tras escena no encontré mas que vulgaridad tras vulgaridad y a cada una de ellas la sala explotaba en sonoras carcajadas, mientras yo luchaba por apartar de mi mente una clara pregunta ¿Qué les parece tan gracioso? Ante mi no había mas que ridículas que solo me hablaban de mal gusto y francas obscenidades (si, si me anda un poco de reparo usar la palabra; pero no encontré otra cercana) si ya sé que probablemente exagero, pero es que después de casi tres horas y varios detalles termine hastiada y un tanto alarmada; en una de las escenas tres de lo pseudos protagonistas se encuentran en una especia de cantina hablando de un profundísimo tema: los zombis que son “encontrados desaparecidos” después de una breve y profunda charla uno le dice al otro – Podrías hacer un blog acerca de eso y podrías llamarlo mi espacio.

Yo me reí al igual que otras tres o cuatro personas en la sala. Analicemos; para reírse de ese chiste uno debería saber que es un blog, que es tan común llamarles “Mi espacio” que hasta msn le puso so a su servicio de blogs el mismo nombre y que en la red pululan blogs –como este- tan absurdo, trivial y patético – como este- que hablan de cosas de tanta relevancia como los zombis. Hablamos entonces de un mal chiste que requería, para entenderlo de dos nimiedades de baja cultura general: ¡solo tres personas en toda la sala rieron!

El 90% de las escenas graciosas dependía directamente de la estúpida cerrazón de las personas, las funciones fisiológicas del ser humano y/o el sexo.... yo conozco los pormenores de esos elementos (literalmente) , pero aún así no me parecían graciosos: es acaso que –como paso al resto del auditorio con el chiste de los blogs- a mi me falta algún elemento para comprender la parte divertida. Lo que todos tomaban por divertido yo solo pude verlo como patético y vulgar. No le encuentro sentido a la exaltación exagerada de las bajezas del ser humano; aun cuando se que a veces uno debe reírse de sus errores.

Pase las tres horas de la película debatiéndome entre el tedio, el sueño, la pena ajena y la culpa. Ya me sé que en el cine uno puede dedicarse a actividades mejores, pero con una sala llena de ruidosos asistentes no es una alternativa viable, además aun cuando hubiese decidido arriesgarme a matar el aburrimiento, mis dotes de fémina poderosa no me alcanzaban para desviar la atención de mi acompañante – que luchaba por contener la risa- a una interesante charla critica...

Cuando al fin termino aquello yo solo quería huir.... lo primero que pensé (y dije) fue:¿O yo soy una amargada o a todas las personas les falta cerebro? Es que no entiendo como pueden encontrar gracioso una película tan, pero tan vulgar... quizás sea que yo necesito un psicólogo que diagnostique Y cure mis patologías existenciales como traumas infantiles, aberración al sexo o algo parecido.

Por más que recurro hacia mi interior en busca de algo de humildad y toneladas de simpleza no encuentro por ninguna parte la manera de borrar el apelativo de estúpida, vulgar y corriente (con el pleonasmo incluido) que en mi cabeza tiene la película y la curiosa pena que siento por todos aquellos que reían a carcajadas. Reconozco el valor de las cosas simples, pero no puedo valorar ciertas interpretaciones. Tal vez si estoy amargada, pero lo prefiero. Ahora si que sé por que no vi. Ninguna de las anteriores cintas, ni ninguna encaminada hacia ese tipo de humor, lo único que no se es ¿Por qué no ocupe ese tiempo en cosas más satisfactorias?

2 comentarios:

Otilio Herrera dijo...

MI querida señorita:

No he visto la película, sin embargo creo haber visto algunos fragmentos de una de las anteriores... digamos que fue suficiente para saber que no debía gastar mi tiempo y dinero.

Las cosas simples causan risa, pero es necesario un sutil toque que hace que las cosas cobren sentido. (La sonrisa de la Gioconda, retomando tu analogía) Y en ocasiones, el humor que nos obligan a ver es soso, simple....

pero en fin; mientras llega el día en que veas algo más fino, comparto tu indignación y tu opinión.

La pena no la ocmparto, porque si los humanos que nos rodean son ordinarios, me es realmente indiferente. Allá ellos... jajaja

Acho dijo...

Bueno, bueno, es que hay distintas clases de humor. Está el humor inteligente, el humor irónico y el humor... estúpido...

Personalmente, estoy totalmente de acuerdo contigo. Vi solamente la primera Scary Movie y ese mismo día me dije que no volvería a ver ninguna de las que vinieran después (porque sabía que vendrían interminables secuelas). Debo serte sincero también, no pude evitar reír en determinadas escenas, pero después, volviendo a pensar en ellas, me sentí medio tarado. En serio, ese tipo de humor es un insulto a todo ser mínimamente pensante. Claro que esto no es algo que ande yo pregonándolo a los cuatro vientos, pues si dijera que no me gusta scary movie me mirarían bien raro. Entonces prefiero ser un camaleón social y limitarme a escuchar y sonreír cuando se comentan películas semejantes.

Hay buenas comedias que hacen reír sin necesidad de caer en lo vulgar, ridículo, irrespetuoso o trillado. Incluso tratándose de sátiras, he visto películas que se burlan de otras con inteligencia, prestando atención a los detalles, y, lo más importante, considerando a sus espectadores como personas pensantes, no como brutos que se ríen simplemente de situaciones vulgares.

No creo que el hecho de que Scary Movie 4 no te haya hecho reír sea amargura, falta de humildad ni nada parecido, estimada Lía. Es simplemente aspirar a cosas más elevadas. Y creo que esto no es, bajo ningún punto de vista un defecto, sino una verdadera virtud.

Saludos.

Acho