4.12.2007

Libros...

Hace un par de días me vi envuelta en esa extraña aura de nostalgia, sensibilidad, un poco de tristeza, y una pizca de coraje… estaba chipil. Y como es mi costumbre me puse a ordenar los cajones. Imagino que el cuarto tiembla cuando eso pasa, pues soy capaz de despojarlo a cada rincón de los cachivaches, secretos y chunches que tan celosamente guarda. No hay rincón que se salve, hasta se pierden libros, sí, libros; que no cunda el pánico, no los tiro – mi religión me lo prohíbe- solamente los confino a otro librero, a una caja, o a la pila de los que no he leído y pasan a la reserva para los tiempos de precariedad. En estas faenas compulsivas mi creatividad se desborda y entonces surgen nuevas y mejoradas formas de ordenar los libros, es así como los acomodo por orden alfabético, por color, por tamaño, por año de edición, por editorial, por autor, por el año en que los leí  por primera vez (sí, llevo una minuciosa lista de los libros que leí por año), por numero de páginas en orden descendente o ascendente, etc, etc. Esta vez no andaba muy creativa así que los ordene por los que me encantan, los que me gustan y los que no volvería a leer jamás. De modo que en el primer estante del librero de la izquierda quedan apilados – sin importar el tamaño- la colección de García Marqués: el por estos días famoso Cien años de soledad, los 12 Cuentos Peregrinos, la I.T.H. de la Candida Herendida y su Abuela Desalmada, el inolvidable Amor en los Tiempos del Cólera, la fabulosa Crónica de una  Muerte Anunciada y la aparición de "Del amor y otros demonios", digo aparición, porque ese aún no lo tengo, lo leí en las mejores tardes de mi adolescencia, me lo presto un guapísimo y  maravilloso ser humano, aquel amigo del que estuve perdidamente enamorada a mis 17 años… era gay y se llevo mi antiquísimo tomo de La Divina Comedia, ese libro lo leyó mi tío, mi madre, el novio de mi madre y yo, y claro mi platónico amor, que un buen día (justo antes de su cumpleaños numero 25) se perdió camino de Monterrey llevándose mi fabulosa edición de pasta dura con letras grabadas. También mi extraviada divina comedia tiene su espacio vacío justo después de mis consentidos de garcía Márquez. Enseguida de ellos va el Jardín del Profeta, en un tomo   también viejo, quiero mucho a ese libro porque sus páginas tienen el inconfundible olor del tiempo y al abrirlo un horrendo color naranja me muestra varias marcas que dejo, ¿Adivinen quién?, si mi fugitivo amor, que cuando se fue con su novio a monterrey -dejándome perpleja y con el corazón roto- me lego por olvido el libro que, en la página 20, tiene subrayado con una elegante pluma de tinta china " el saber que duele la mucha hermosura, dejarte herir por comprender la esencia del amor y desangrarte libre y alegremente",esa marca la hice yo. Después de Gibrán van los libros de Kafka, me gusta alinear la metamorfosis porque sospecho que la gente comienza a darse cuanta que me crecen antenas de cucaracha y los ojos se me ponen saltones ¿En que extraño insecto repugnante terminare convertida? Quizás para salvar un poco mi oscura degradación al lado de kafka va El arte de amar, no sé si Erich From me perdone que enseguida de él ponga la Biblia… aún no termino de leera, pero en serio, es la mejor novela que uno pueda leer. Como ya no caben mas libros –hay que dejas espacio a mis velas-, en el siguiente peldaño alineo de a junto los títulos de Isabel Allende, mientras acomodo mi Retrato en Sepia, me gusta pensar que soy como Evaluna y que un día iré por el mundo contando historias y enamorándome de los periodistas guapos, deseo fervientemente poder tener una Casa de los Espíritus o al menos rescatar del olvido aquella en la que viví cuando niña. Me gusta pensar que un día me voy a robar la idea de la otra chica y le voy a leer a alguien, bajo una adecuada atmósfera, la interesante y sugerente introducción de Los Cuentos de Eva Luna. Al lado de Isabel Allende van los libros simples y acusadores, esos que te dicen como solucionar tu vida y   ser mejor persona, el mas delgado y querido me hace preguntarme que tan adherida tengo la armadura, este libro es milagroso porque sobrevivió a mas de un impacto contra la pared, pues en las dos horas que tarde con la primera lectura hostigo tanto en mi inconsciente que fue a estrellarse varias veces con la pared, es milagroso también porque logro que mi hermana de 15 años y un jovenzuelo de 24 se interesaran por primera vez en la lectura, Merlin y mi Caballero de la Armadura Oxidada tienen un lugar privilegiado, después van dos de Richard Bach, Juan Salvador Gaviota y otro Cuyo titulo no recuerdo, enseguida La Búsqueda y varios más de Lara Castilla, en este punto recuerdo un titulo que no tengo, se llama Mas Allá de la Búsqueda, es hermoso y tengo la esperanza de que alguien que lo entienda me lo regale algún día. Enseguida van los milenarios libros de Og Mandino, no se cuantas veces intente leer los pergaminos por la noche, no pase de las dos semanas, aún así el mismo libro que herede de mi mamá me dice que puede ser el Vendedor Mas Grande del Mundo, si un día me Encuentro al Angel Numero Nuevo y descubro el Milagro mas Grande del Mundo. Entonces aparecen los otros consentidos. Con sumo cuidado y con un gran esfuerzo pongo en su logar El Alquimista, no sea que me gane la tentación y relea por enécima vez esas páginas que siempre me dejan mareada y con conflictos existenciales, para no caer en la tentación del masoquismo paso rápido al siguiente titulo, hay esta, me gusta recordar pasando las hojas de A orillas del Río Piedra, pienso en los seminaristas que se cruzaron por mi vida, y recuerdo especialmente a uno que compartió conmigo la fe, las coincidencias y la lectura a distancia. Termino con Cohelo de una buena vez y entonces van las novelas que me hicieron llorar tanto. Ahí esta Actos de Fe, con su preciosa frase final; "No tenemos que comenzar de nuevo, solo hay que continuar donde nos habíamos quedado", lo he decidido: mi segunda hija se va a llamar Devora, y su hermano Daniel. Después la Historia de Amor.. a cuantos y cuantos a hecho llorar esa novela. Enseguida viene Las Mujeres de Ojos Grandes y Arráncame la Vida. Como una aparición llega Veinte Poemas de Amor… si, sé que Neruda Merece estar en el primer peldaño, y aunque la poesía no es mi fuerte le hago un espacio, justo al lado de cien años de soledad, entonces me dan ganas de leer el poema 15, si yo fuera espécimen masculino y deseará enamorar a un mujer como yo, le leería al oído "Me gustas cuando callas, por que estas como ausente, y me oyes desde lejos…" ¡Bello, Bello!!!. Cae una hoja, si una hoja con letras garabateadas en manuscrita de entre el poema 15 y el que le sigue. Es mi letra, y son esa clase de recados sueltos que escribo en letras indescifrables, son secretos que alguna vez le conté a la nada en jeroglíficos para que no pudiera delatarme. Lo hice tan bién que me tardo 20 minutos en leer, me saca una sonrisa de tristeza y decido que el lugar de esa peligrosa hoja es la libreta azul… ¡La libreta azul!. La libreta azul es la tercera edición de mi confidente de vida –algo más o menos parecido a un diario, más menos que más- la primera versión apareció a mis 12 años, era una vieja Scribe, de pasta naranja, evolucione hacia una roja y la última es una azul con pasta de polimero… Se exactamente donde esta, obviamente no les voy a decir donde: es secreto. La rescato, está empolvada, más que empolvada. La última nota es del 13 de Octubre, del 2005. Hace más de dos años. La miro con tristeza y me cosquillean las manos, leo, recuerdo y lloró. La penúltima nota es una promesa a mi misma, y a la libreta: "Si quiero ser escritora debo practicar mas". Me dan comezón las manos, en la espiral descubre la misma pluma negra con que he escrito cada una de las notas a lo largo de tres libretas. Es demasiado y ya no me resisto a escribir, dos años son mucha vida y tengo tanto que decir, la carrera, mi abuela, los días felices en el centro, los amores que deje marchar, los nuevos amigos, el trabajo, el novio, Emiliana, mi familia, el taller, los días, las horas, los años, la vida… diez hojas y remato hablando de Craken (es mi perro). Me siento satisfecha, resumí en solo 20 cuartillas dos años de vida.  Un día le voy a prender lumbre a estos cuadernos, me prometo mientras confino al escondite mi libreta azul. Aún faltan muchos libros por ordenar, los clásicos merecen otra clasificación… pero estoy cansada, así que tomo un libro y me voy a la cama, comienzo a leer:

Poema 1

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.

4 comentarios:

Otilio Herrera dijo...

¡Vaya! ¡Qué agradable sorpresa!

Te pude imaginar recorriendo en tu mente y maquinando el orden, tan sólo por no pensar en otras cosas, o ignorándolas, mientras por dentro algo se revolvía.

Yo no sé si Fromm te perdone, pero creo que no le importará, después de todo, ambos llegan a hablar del amor en algún sitio.

Mi extrema curiosidad está (y se quedará, me temo) intrigada por esa última nota tuya... definitivamente había mucho que contar.

Y como te quedaste con Pablo, te mando algo de la buena (y atormentada) Alfonsina. Sólo porque sí, y con el debido respeto.


"Igual a tus patios, mis patios
que surcan iguales palomas,
y nunca has mirado mi casa,
cortado mis rosas."

Te quiero mucho

Acho dijo...

Por fin!
Esperamos mucho para un post nuevo, pero finalmente llegó.

Bueno, que interesante en verdad descubrirte a través de tus favoritos y de tus modos de organizar tu biblioteca. En sus actos, en sus elecciones, uno revela mucho más de lo que se imagina.

También me queda la curiosidad no solo por la última nota en la libreta azul, sino por la totalidad de ella y de sus predecesoras la roja y la naranja. Pero también sólo se quedará en curiosidad, jajaja.

Como un último punto te comento que tu post lo leí el viernes, un día en el que estaba peleado con el mundo y leer un texto de una amiga escritora y más todavía, tratándose de libros, fue como recordar que hay algo más importante que la rutina diaria.

Un abrazo enorme, muy agradecido.

Acho.

PS: Te recomiendo robar la idea de la otra chica. Es una idea muy buena, te lo digo por experiencia jajaja.
PS 2: Qué buenos versos de Alfonsina Storni elegiste, Don Oti.

Lia dijo...

Sabes gatito... yo también detesto lso viernes.. a quién diablos se le ocurrio que uno deberia trabajar en viernes....
Sabes que la curiosidad mato al gato??

pd para ti: Yo también estoy esperando un post nuevo.

El verso es es hermoso Ramón.. gracias.. por todo.

Acho dijo...

Bueno, en realidad, yo amo los viernes porque son el principio de los fines de semana. Ahora, lunes y martes que no me hable nadie.
Sólo que ese viernes estaba con el ánimo en muy mal estado.

En cuanto a que la curiosidad mató al gato, sí, conozco la leyenda, pero me podés considerar como la refutación de ese mito, porque soy un curioso incurable y todavía estoy vivo ;)

Y un post nuevo de mi parte, creo que es mejor esperarlo sentado. Ando con más falta de tiempo que nunca. Y además, falta de concentración para escribir un post.

Pero ya llegará, ya llegará..

Un abrazo.
Acho, el gatito.