11.25.2010

Money

Maldito Money. Odio el condenado sistema capitalista, probablemente más que Fidel, pero soy igual de hipócrita. Sobre mi cabeza pende una hipoteca de 130 mil pesos… en UDIS. Bueno, medio pende, porque en realidad aparece a nombre de mi suegro, pero pago yo, bueno, la pagamos nosotros. Me asfixia un crédito automotriz de poco más de 100 mil, contratado a cinco años con un interés del 17%. Ese sí que está a mi nombre. Y no se manejar. Tengo mi súper tarjeta de crédito, con un interés preferencial del 2% mensual; deuda corriente de casi 11 mil pesos, que me genera intereses mes con mes, aparte de más de 15mil en créditos diferidos. Resultado, más de un año con pagos de 2mil 500 mensuales. (No los cumplí todos, por eso le debo once en saldo corriente)
¿Cómo puedo dormir por las noches? Bueno, eso es meditación para dumis, has respiraciones profundas contando del uno al siete, cuando llegues al siete comienza de nuevo. A veces me he sorprendido respirando el número setenta y tres.
Hace 20 años, tener deudas era una vergüenza*. Hoy parece ser deporte nacional. Y probablemente yo sea de sus mejores exponentes. Tengo 25 años, cinco de lleno en el mercado laboral de la clase medio baja y mi índice de maldad endeudamiento llega a la friolera cantidad de 256 mil pesos. Con mi salario actual tendría que trabajar 26 meses para pagarlo. Eso considerando que me alimente exclusivamente de aire y agua gratis, y que no pague ni un peso de intereses. Hay más probabilidades de que sobrevivía dos años a base de agua de charco.
Es verdad, disfruto tremendamente viajar en mi fiat panda 2011 con chofer incluido, llegar a mi mini pichonera y ver toy history tres en mi pantalla full HD de 40 pulgadas y en calidad blue ray. Pero sufro endemoniadamente cuando llegan los estados de cuenta y sé que de mis 2500 de mensualidad del carro, mil seiscientos son de puros intereses. Condenado sistema capitalista, condenado Money.
Lo peor: hace tres años, mi índice de deuda era cero. Vamos era un ángel, aparte tenia a Emiliana, que pague de cash, aparte tenía un fondo de ahorro de 20 mil, nada mal para una casi adolescente de 22 años. ¿Qué paso con mi inocencia?
Ho no… esta es la confesión mas difícil, y no estoy contando los 12 mil que le debo a mi madre….
Después de la catarsis viene el plan….

*Frase cínicamente plagiada de el peso nuestro de cada día, divertidísimo blog de finanzas personales y algo de fitness, creo.

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