8.23.2006

Lo que mi despiste se llevo

Dicen que hay cosas para las que se nace. Y para ser tontos con P nacimos muchísimos... pero yo debo tener alguna especie de don para la cuestión. Va muchísimo mas allá del despiste, digo es normal que alguna vez en la vida todos pierdan las llaves, el dinero o algún papel, pero yo pierdo todo lo que viene a parar en mis manos y no es exageración; de dos celulares que he tenido perdí uno en el autobús, al tercer día de comprar el actual se me callo en el camión pero un señor me lo entrego por que según el se veía muy viejo (mentira por que es con cámara y además se desdobla), son incontables los llaveros que he dejado en la escuela, en la tienda o pegados en la puerta , creo que van mas ya de diez las chamarras que he dejado quién sabe donde, también extravié una mochila y un par de zapatos pero eso fue en defensa personal, soy perfectamente capaz de dejar la bolsa en la butaca del cine y los lentes en la mesa de la biblioteca, lo cual me recuerda que extrañamente no he perdido ningún libro aunque he estado a punto millones de veces. Pierdo las rosas el mismísimo día que me las regalan, hago volver a mis acompañantes dos cuadras por ir en busca de mi cartera o de mi suéter, a veces pierdo el boleto del autobús antes de entregarlo. Bien dice mi padre que no pierdo los calzones solo porque tengo puesto el pantalón, aunque quién sabe si el día que me los quite fuera de mi casa los pierda también. Creo que si algún día tengo un hijo lo voy a olvidar en el carrito del súper. Y hoy precisamente deje en al autobús el monedero por vigésimo novena vez, si no es que ya van más, sé que solo es dinero, pero siendo fin de mes me hace muchísima falta, eran solo trescientos pesos y como resultado no tengo dinero para comer, o volver a mi casa y además mi moral esta muy baja y no creo posible ponerme a romper los vasos de la oficina. ¿Por qué demonios soy tan pero tan despistada? Despistada es poco; yo debería traer colgado del cuello, el celular, el monedero, las llaves y la cartera....

Aun me pregunto si un día va a aparecer la muñeca del vestido rojo, la tetera de aquel juego de té, mi libro recortable, la golondrina del día del festival de clausura, mi libro de física, aquel disquete con el resumen de México Bárbaro, mi sudadera blanca, mi credencial de la prepa, el recibo de inscripción a 5ª semestre, mi libreta azul, la bolsa negra, las fotos de Morelia, la cámara de mi papá, mis primero lentes, la cigarrera de Alonso, mi suéter negro, los aretes de la boda de mi abuela, el reloj de mi mamá y la bufanda verde que me tejió, la chamarra café de las olimpiadas en México que tanto ama mi papá (y aun no sabe que yo perdí), las películas originales de mi novio (Yo Robot, Señales y... no me acuerdo el nombre de las otras dos), la medalla que me dieron por mis 15 años, alguna de las dos tarjetas de debito HSBC, o el tercer repuesto de mi credencial de la universidad, el bolso de piel de doña Lucy, cualquiera de las incontables carteras o quizás mi capacidad para tener cuidado, porque tampoco sé donde perdí esa...

En fin, como con esas cualidades se nace, tratare de que el padre de mi hija sea un ser humano muy cuidadoso y que me acompañe siempre al súper....

¿Qué mas me falta por perder?

2 comentarios:

Otilio Herrera dijo...

Y yo que creí que era un "despiste selectivo". Pero bueno, todos debemos tener un defecto, ¿no?

No sé qué más te falta por perder... tampoco lo que hayas perdido de verdad pero lo que sí sé es que nadie dejaría que olvidases a tu niño en el carrito del súper, comenzando por el mismo niño.

Y por cierto, ¿alguien vio dónde se quedó el helicóptero de juguete favorito de mi primo? Lo he buscado desde que tenía 7 años...

Un abrazo fraterno.

Acho dijo...

Yo perdí la vergüenza... jeje... no, mentira... No la perdí, no sé nomás donde exactamente la guardé jejeje...

Yo soy un poco el otro polo: odio que se me pierdan las cosas, lo cual no quiere decir que no haya sufrido algunos extravíos. Generalmente solo se esconden en mi desorden constante y aparecen después cuando uno menos las busca.

A ver... Lo último que no estoy encontrando es mi colección de figuras de Pokemon... Y eso que era una caja de zapatos donde estaban todos guardados.

Borracho perdí muchas cosas: una bufanda, una campera de jean, las llaves del auto =S, la decencia muchas veces...

Saludos Felinos.
Acho.