9.14.2010

Un mal fin de semana

A veces la vida sencillamente es la más cruel de las realidades, llena de matices opuestos. En mi familia los bebes vienen en camada, y todos y cada uno de ellos llegan a una familia con problemas como todos, pero están seguros de recibir amor y abrazos a manos llenas. Me encanta mi familia, tan fértil y abierta. Para este verano esperábamos cinco bebes, dos de mis tías y tres de mis primos, todos menores que yo. Finalmente tenemos dos nenas y tres bebes. El último en llegar nos tiene con el alma triste desde el fin de semana pasado, sus abuelos morían porque fuera la niña que ellos no pudieron tener después de seis intentos, nació niño y la familia está llena de culpas. Por esas cosas raras de la vida, o de las malas atenciones medicas o de la poca edad de la mama, el pequeño vino a este mundo y se encontró con una infección en la sangre. Nació el sábado y su madre apenas lo pudo conocer ayer, podría decir lo mucho que eso me enoja y entristece, pero es por demás… todos esperamos que hoy pueda estar en casa, sano y con su familia. Sus papas son unos de niños de 17 y 19, están asustados, tristes y toda la familia con ellos.
La cara más triste es una tía de mi mamá, su hijo menor murió hace ya muchos años, tenía menos de 20 y aparentemente fue un ajuste de cuentas entre bandas. Ella dejo el rancho, hace ya mucho, en busca de mejor vida, pero su familia comenzó en uno de los barrios más conflictivos de la ciudad, se criaron entre drogas y muchos conflictos. Ahora, tiene un nieto, hijo de un convicto y una madre que no debería llamarse así, con menos de 20 años, embarazo a su novia de 16. Por esas coincidencias desconocidas, esta niña y la esposa de mi primo parieron el mismo día, en el mismo hospital. Es curioso como las desgracia se juntan, incluso en los espacios. El otro bebe murió, los médicos dicen que su mama lo ahogo mientras lo alimentaba, y así se lo hicieron saber a la niña. Sobra decir el impacto que tuvo en ella. Todo eso en un mismo fin de semana.

1 comentario:

Otilio Herrera dijo...

A veces llueve sobre mojado... hay cosas en la vida que no son justas. (creo que pocas lo son en este plano)

Ojalá vengan días mejores, y que estos nuevos pequeños sean buenos, sanos, sabios. Oraremos por ellos y por aquel pequeño que fue un sueño de algodón

Desde quien no conoció a tres hermanos porque fueron sueños de algodón. Estoy contigo y tu familia.